Cuida la sonrisa de tu bebe

Sólo de niños sanos podremos conseguir adultos sanos.

Cualquier alteración funcional que se diagnostique precozmente requerirá un tratamiento mucho más sencillo y eficaz y tendrá un mejor pronóstico a largo plazo.

Sólo de niños sanos podremos conseguir adultos sanos.

Cuando un niño a partir de los 3 años empieza a tener mala mordida o falta de espacio para los dientes es el momento de hacer una valoración para saber a que se debe, puede ser por hábitos (chupete, interposicion lingual….) o por alteraciones en la respiración o en el crecimiento de los huesos de la cara.

Tres de cada cuatro niños tiene los dientes torcidos y las maxilares creciendo incorrectamente. Estos problemas pueden ser detectados entre los 3-5 años. Tradicionalmente los padres reciben el consejo profesional de esperar a que todos los dientes definitivos estén en la boca para tratar a su hijo con brackets e incluso quitar dientes sanos para hacer espacio. Muchos padres aceptan este consejo y esperan hasta que el niño tenga 12 años para empezar el tratamiento de ortodoncia.

Es un error pensar que para empezar la ortodoncia hay que esperar a que todos los dientes estén cambiados.

Desgraciadamente esperar a que su hijo tenga toda la dentición definitiva en la boca para comenzar el tratamiento puede provocar malas oclusiones que afecten no solo a sus dientes, sino también a la estética de su cara y a su autoestima , provocando una ortodoncia más agresiva y con mayor coste económico .

Prevenir en cualquier proceso de nuestro cuerpo es siempre anticiparnos y al hacerlo evitar tratamientos posteriores o al menos minimizarlos tanto desde el punto de vista del proceso como del coste